Las plataformas de elevación están pensadas para realizar trabajos en altura de una forma segura y para aumentar la productividad de los trabajadores, por lo que su uso es muy adecuado en labores de construcción, reparación, mantenimiento, montaje, restauración y limpieza. ¿Pero sabes elegir la más adecuada? En este post describimos los distintos tipos que hay en el mercado, así como sus características y usos más habituales.
La norma UNE EN 280:2014+A1:2016 define la Plataforma Elevadora Móvil de Personal (PEMP) como “la máquina móvil destinada a desplazar a personas hasta una posición de trabajo, donde llevan a cabo una tarea desde la plataforma, con la intención de que las personas entren y salgan de la plataforma de trabajo en una posición de acceso definida de la plataforma, que consiste como mínimo en una plataforma de trabajo con controles, una estructura extensible y un chasis”.
Tipos de plataformas de elevación
En esta norma se recogen diferentes tipos de plataformas atendiendo a si la proyección vertical del centro de gravedad de la carga está en el interior o en el exterior de las líneas de vuelco y a sus posibilidades de traslación. Sin embargo, los usuarios buscan habitualmente una plataforma determinada para la realización de un trabajo concreto, por lo que la clasificación más utilizada en el mercado se fija en las propias características de la máquina, como su morfología o sistema de elevación, su autonomía, su forma de desplazamiento, etc.
Por lo tanto, según su sistema de elevación, podemos clasificarlas en:
– De tijera: su principal característica son sus brazos en forma de tijera, que se entrelazan entre sí. Con elevación vertical, estas máquinas resultan perfectas para tareas de construcción o mantenimiento, tanto en interiores como en exteriores. Además, no comprometen su estabilidad en extensiones horizontales, ofreciendo mayor capacidad de carga.
– De brazo articulado: están compuestas por dos brazos articulados que forman una zeta en el cuerpo. Son ideales para trabajar en interior y tienen capacidad para dos personas. Las plataformas articuladas tienen mayor alcance de altura que las de tijera, especialmente en suelos irregulares, y son perfectas para esquivar obstáculos y trabajar en zonas de difícil acceso.
Plataformas Haulotte HA20 RTJ PRO y Haulotte Compact 10
– De brazo telescópico: estas máquinas contienen un brazo telescópico que permite un rápido avance de elevación, proporcionándole al operario la altura y la capacidad que necesita.
– De mástil: muy versátiles, compactas y perfectas para maniobrar en espacios reducidos. Están dotadas de plumín basculante y rotación de la torreta, lo cual permite su acceso a zonas difíciles.
Teniendo en cuenta su forma de desplazamiento, existen los siguientes tipos de plataformas elevadoras:
– Autopropulsadas: formadas por un vehículo autopropulsado sobre neumáticos sobre el que se dispone una plataforma de trabajo con un sistema de subida, que puede ser articulado, en tijera o telescópico. Constan de dos motores, uno para el desplazamiento y otro para la elevación, y son capaces de cargar pesos de hasta 1 tonelada y de alcanzar alturas de 20 metros.
– Sobre camión o furgón: especialmente indicadas para las tareas en altura que requieran de una gran estabilidad, destacan por su gran versatilidad. Se usan frecuentemente en tareas de mantenimiento de la vía pública, iluminación e instalación de anuncios o letreros, así como en la construcción de puentes y otras estructuras elevadas.
– Remolcables: en este caso, la plataforma no forma parte del camión, sino que es remolcada por él. Al tener que incorporar estabilizadores para que queden bien ancladas, son mucho más lentas, pero son muy útiles en trabajos de exterior, como la instalación de cámaras, electricidad o anuncios y letreros.
– Sobre oruga: son vehículos compactos que permiten el acceso a lugares inaccesibles para los vehículos de ruedas, pudiendo llegar a subir escaleras o circular por zonas empinadas y con muchas irregularidades. Pueden encontrarse en diferentes tamaños, tipos de motor y sistemas de elevación.
Plataforma elevadora de oruga híbrida Leguan
– Sin tracción: son plataformas fijas, que no pueden desplazarse.
Atendiendo a su funcionamiento y tipo de motor, nos encontramos con tres tipos principales:
– Eléctricas: su funcionamiento silencioso y libre de emisiones las hace ideales para lugares cerrados o sitios con poca ventilación. Son equipos versátiles y manejables, que pueden pasar por puertas estándar, pasillos y espacios estrechos, así como trabajar con obstáculos.
– Las plataformas a combustión, ya sea gasolina o diésel, se usan sobre todo en proyectos y trabajos al aire libre. Disponen de opción de tracción a dos o cuatro ruedas y sus neumáticos están pensados para todo tipo de suelos. Los equipos a combustión tienen por lo general la capacidad de llegar a lugares más altos que las plataformas eléctricas.
– Híbridas: combinan el diésel con un sistema eléctrico, lo que se traduce en dos beneficios principales: el ahorro económico (al necesitar menos combustible) y una reducción de las emisiones contaminantes. Una alternativa ecológica, energéticamente eficiente y que permite mantener una elevada productividad. Además, son aptas tanto para interiores como para exteriores.
Pensando en cubrir diferentes necesidades en trabajos de construcción, reformas o instalaciones, en Torneiro disponemos de una gran variedad de plataformas elevadoras de los fabricantes de referencia en el mercado. Además, te prestamos todo el asesoramiento necesario para que elijas la más adecuada para tu proyecto. Si necesitas más información, puedes contactar con nosotros sin compromiso llamándonos a los teléfonos 981 79 56 96 (A Coruña) y 982 20 93 92 (Lugo) o enviándonos un correo a [email protected]